Dar antes que recibir

Dar antes que recibir 

Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.

Nadie tiene amor más grande

que el dar la vida por sus amigos.” (Juan 15:12,13)

Acabo de leer un relato que a más de conmoverme,  trajo Palabra de Dios a mi vida. Déjenme  compartirlo con ustedes: Se trata de  dos hombres, muy enfermos, que compartían la misma pieza  en un hospital. A Lucas, lo habían ubicado en la cama que daba a la única ventana del cuarto; mientras el lecho de Pablo, estaba en el otro extremo, fuera de  toda posibilidad de observar  hacia afuera. Y así pasaban ambos enfermos, conversando  desde sus respectivos sitios,   sobre: familia, trabajo, amigos…

Ahora bien, cuando por sugerencia médica, sentaban a  Lucas en su cama, éste    se dedicaba  a describir a su compañero, lo que veía en el exterior. Le relataba  de un  hermoso bosque con toda clase de animales; un  lago con  cisnes;   césped y un jardín con exóticas flores;  niños jugando a su alrededor; haciendo volar cometas;   jóvenes enamorados paseando… etc. De tal manera que mientras Lucas  describía las imágenes que desfilaban ante sus ojos, Pablo cerraba los suyos, imaginaba y se sentía parte de las pintorescas escenas narradas.

Lamentablemente una mañana, la enfermera y luego Pablo, constataron la muerte de Lucas .

Tiempo después, y tan pronto como le pareció oportuno, el entristecido  Pablo   pidió a la enfermera  que lo traslade hacia  la cama cercana a la ventana, allí  donde había estado ubicado su amigo. Y es que deseaba ver por sus propios ojos, aquellas coloridas imágenes que durante tantos días  le había relatado Lucas.

Y así lo hicieron;  mas, cuando  éste estuvo en posición de poder mirar  a través de la ventana, constató con sorpresa  que  afuera no había ningún paisaje, ningún bosque, ni lago, ni jardines, ni niños…  Por el contrario, lo único existente era un enorme muro blanco.

Contrariado, Pablo  preguntó a la enfermera ¿qué razón habría llevado a su compañero de cuarto  a describir algo inexistente?  La enfermera le respondió: “Imposible que lo haya visto; Lucas  era ciego…”

Querido amigo y amiga, no deberíamos tener mayor felicidad, que  la de proporcionar a otros: paz, esperanza, sueños, dicha,   consuelo, alegría de vivir; darantes que  recibir.

Sí: dar antes que recibir, ésa es la fórmula ideal y perfecta  sobre la que se asienta el verdadero amor: ese amor que Dios tiene  hacia nosotros; ese amor que nosotros deberíamos tener hacia el resto, y que generalmente nos resistimos a compartirlo, si no está avalado por nuestros propios intereses o conveniencias.

En suma : dar antes que recibir,  es más que recibir.

En la Sagrada Escritura, encontramos exhortaciones como ésta:“Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente (…)  Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad.  Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.  Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.  Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben”. (Romanos 12: 10; 13 -16).

Autor: William Brayanes

Escrito para www.mensajesdeanimo.com



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