Turismo emocional

Turismo emocional

Llegó hace muy poco a mi vista la foto que aparece al costado izquierdo de tu pantalla. Cuando la leí la primera vez encontré muy gracioso el término, y cuando la volví a leer me di cuenta que al menos una vez en la vida nos topamos con un “turista emocional”.

Este personaje no hace más que aparecer en escena cuando pareciera que nada más va a ocurrir, generalmente es alguien muy carismático y que tiene la suficiente información sobre ti como para saber qué decirte y qué hacer. El “turista emocional” puede ser un familiar, un amig@, una pareja, un esposo, una esposa, cualquier persona con la que te puedas relacionar de manera más íntima o cercana. El impacto que tiene la aparición de este ser puede ser letal.

Comparto la idea que un día escuché de que en nuestra vida nos toparemos con tres tipos de personas: el amigo, el enemigo y el mentor. Las tres son fundamentales para crecer y aprender, y a medida que vamos madurando, también van cambiando las características que éstas tienen. Agregaría a esta idea que existe un cuarto personaje, y que este es el famoso “turista emocional”. Esta persona no se vincula afectivamente contigo, no quiere lo mejor para ti, pero sí lo mejor para él o ella misma; no quiere verte crecer, quiere crecer a costa tuya; no quiere apoyarte, quiere apoyarse en ti; no te ama, se ama tanto a sí mism@ que al ver que tienes cualidades que “le sirven” decide hacer todo lo posible para que llegues a amarlo sin darte nada a cambio.

Lo que me parece más peligroso de estos “turistas”, es que llegan a desordenarlo TODO y cuando ya han hecho el desastre, se van sin siquiera avisar hasta que vuelve a estar todo ordenado y vuelven a aparecer para producir caos, y así pueden estar por años de años. Esta situación puede ocurrir en cualquier ámbito de la vida, lo que está claro es que el fin es el mismo: destruir.

Me impacta ver cómo las apariciones en escena de estos personajes pueden dañar TANTO la vida de otras personas. Pienso en ejemplos concretos, como en la aparición de un ex novi@ abusiv@ o indiferente, de un amigo con hábitos poco saludables del pasado, o de un familiar conflictivo que hace mucho tiempo no veíamos. Si les permitimos entrar, es probable que no percibamos el desorden hasta que sea extremadamente evidente y lo que nos quede por hacer sea reparar en vez de prevenirlo, siendo mucho más inteligente hacer lo primero que lo segundo.

Tengo la completa convicción de que cada uno de nosotros tiene un propósito en este mundo, una razón por la cual Dios decidió que viviésemos en este mundo y en este tiempo, hay un plan que nos lleva a una meta de gloria, no porque seremos ricos y famosos (que también puede ser, ¿por qué no?), sino que porque seremos PLENOS EN ÉL, pero también sé por experiencia propia que estos “turistas emocionales” aparecen en tus mejores y peores momentos para alejarte de los planes que tienes y para “abortar” o “robar” tus razones de vivir o tus motivaciones. Te desestabilizan, te muestran alternativas mucho más atractivas y con su aparente luz te encandilan sin darte cuenta. Debemos estar muy atentos, pero principalmente entender que sus “apariciones” no te acercan a la meta, mas bien te alejan, y si no los identificas a tiempo, puedes llegar a perder todo lo que te hace bien, o todo lo que amas…

Si mientras lees estas líneas te has dado cuenta que tienes un “turista emocional” en tu vida, no permitas que llegue y lo desordene todo, cierra la puerta, protégete a ti y a tus sueños, este personaje no te ama, sólo busca lo suyo y nunca el beneficio tuyo.

¡Dile adiós a los turistas emocionales! ¡Cierra la puerta para siempre!

Autora: Poly Toro

Escrito para www.mensajesdeanimo.com



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