Ellos me hicieron así

Esta frase es lo que he escuchado y leído últimamente que responden algunas personas cuando se les pregunta la causa de su comportamiento, o cuando buscan dar una explicación a lo que ahora hacen, ¿porque dejaron de ser, de creer y de hacer ciertas cosas? Y la respuesta es: porque “así me hizo la vida” o “quienes me lastimaron me hicieron así”.

Es cierto que cuando alguien es lastimado, herido o engañado tiene cierto sentimiento de desconfianza, de rechazo o de dolor que lo hace pensar que después de lo vivido no volverá a ser como antes, pero hay dos cosas muy importantes que quedan en el olvido: “No todas las personas son iguales” y “lo que hacen los demás no determina lo que eres”.

No puedes pensar que porque alguien te hizo daño todos te lo harán, la importancia de las cosas que vivimos no es lo que nos pasa o nos hacen, sino como reaccionamos ante ellas, lamentablemente todos estamos expuestos a que alguien nos lastime por el simple hecho de que todos somos y pensamos diferente, pero guardar temores en tu vida a causa de situaciones pasadas solo hace que tu mismo te niegues a nuevas oportunidades.

El temor que sientes a volver a ser como antes, a confiar de nuevo, son secuelas que deja el dolor, pequeños sentimientos guardados que te hacen dudar de todo, de todos y hasta de ti mismo, a veces puedes creer que ya has perdonado y en realidad solo has tratado de esconder tu sentimiento, se que puedes pensar que no es posible olvidarse por completo de todo, pero recordar las cosas con dolor es una evidencia de falta de perdón o de un corazón que sigue herido y eso requiere de un verdadero esfuerzo de tu parte.

Las actitudes de las demás personas hacia ti no tienen porque influir en como eres ahora, las cosas no nos salen bien cuando levantamos murallas tan altas porque luego nosotros mismos no podemos cruzarlas, el dolor y las dificultades solo llegan para dos cosas: para derribar o para hacer mas fuerte, la fuerza no consiste en la dureza, sino en la madurez de superar las cosas y mantener la alegría y la fe a pesar de todo.

No te encierres en el dolor pensando que no puedes volver a confiar en nadie, ni ser como antes fuiste, la persona alegre y llena de vida que un día fuiste no puede dejar de existir solo porque alguien la lastimó, demuéstrale a la vida y a las personas que por mucho que te han hecho caer tienes la fuerza para poderte levantar y si llegaras a pensar que ya no es posible o no puedes hacerlo, deja que Dios lo haga por ti, la oportunidad la pone Dios en tus manos, pero la decisión es tuya.

No permitas que una herida en tu corazón dañe todo el resto de tu ser, permite que sea sanada por Dios antes de que todo lo bueno que hay en ti se seque, se tan feliz como quieras ser, ni las personas, ni las circunstancias  determinan como eres, eso es solamente decisión tuya.

No hay mejor medicina que tener pensamientos alegres. Cuando se pierde el ánimo, todo el cuerpo se enferma.

Proverbios 17:22 (Traducción en Lenguaje Actual)

Autora: Maite Leija

Escrito para: www.mensajesdeanimo.com