No es tardanza, es preparación.

Me gusta pensar en la historia de David antes y después de ser ungido como rey, antes cuando era un pastor de ovejas, el más pequeño de su casa, el que en ocasiones fue menospreciado, aun por su propia familia, y como su vida dio un giro totalmente diferente. Después, cuando fue hecho rey y se cumplió esa palabra que le había sido dada.

Pero una parte importante y muy interesante de esta historia es el lapso de tiempo que paso desde que fue elegido y ungido rey, hasta el día en que se convirtió en el Rey David, el tiempo y vivencias transcurridas mientras todo lo dicho se cumplía,  a esto yo le llamo “tiempo de preparación”.

David no fue rey inmediatamente después de que Samuel se lo profetizó, para esto pasaron años, y muchas cosas y cambios en la vida de David,  lo que muchos verían tal vez como tardanza desde que fue ungido hasta que fue presentado como rey, solo fueron  momentos donde se formó su carácter y se desarrollo de la manera que era necesaria para ser un rey.

En el llamado tiempo de preparación David paso por momentos difíciles en su vida, enfrentaba  la burla, la crítica y los comentarios de personas que no creían en el, antes de convertirse en rey, nadie esperaba que un muchacho pastor de ovejas fuera a llegar a algo más que eso, pero David en su corazón creyó a Dios.
A veces tenemos sueños y cosas que queremos lograr, pero olvidamos que todo lleva su tiempo, que hay cosas que no pueden suceder de la noche a la mañana, que hay que “pagar el precio” para poder conseguirlo, o sea, hay que estar dispuesto a luchar y soportar lo presente sabiendo que tendrás una recompensa.

Hay momentos en los que desees  tener  ya la respuesta que necesitas, o ver cumplido ese deseo de tu corazón, pero Dios lo conoce, y Él tiene el control absoluto de las cosas, solamente el tiempo que estás viviendo es preparación,  tienes que estar listo para recibir tu bendición, no te lamentes por lo que hoy no tienes, prepárate para lo grande, prepárate para recibir  una gran bendición en el tiempo que Dios ha trazado.

Lo que tal vez has visto como tardanza, son tus tiempos de preparación.

“Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo”

Eclesiastés 3:1 (Nueva Versión Internacional)

Autora: Maite Leija

Escrito para: www.mensajesdeanimo.com