¿Qué me impide avanzar?

Un día me vino a la mente una imagen, me veía caminando en una montaña con una mochila muy pesada, con botes de agua y alimento; con todo el equipo necesario para emprender la aventura. Me imaginaba avanzando pero desafortunadamente a un paso muy lento. A pesar de que la mochila contenía cosas importantes, no me permitían ir a un mejor ritmo, caminaba y me cansaba. Luego decidía dejar la mochila y comenzaba a correr, de tal forma que llegaba a manantiales y árboles frutales. Veía que mi provisión estaba conforme yo fuera avanzando.

Hay cosas en nuestras vidas que no nos permiten avanzar al ritmo que Dios desea. Dios quiere hacer grandes cosas en cada uno de nosotros, y no hablo tan sólo de ministerio sino de carácter y estilo de vida. En la historia que les platiqué anteriormente, la mochila representaba algo bueno, esa supuesta seguridad que nos da los bienes materiales, familia o trabajo. Pero Dios quiere que aprendamos a depender de Él, desea que corramos y no tan sólo caminemos poco a poco.

Continuamente Dios nos invita a seguirlo día a día. Y no hablo de una actividad como tal sino que le sigamos con todo nuestro corazón. En la Biblia vemos ejemplos de personas que tuvieron que dejar cosas por seguir a Dios, para avanzar hacia el propósito divino. Uno de ellos fue Abraham quien tuvo que dejar a su parentela y tierra por seguirlo. Otro caso fue Ruth quien a la muerte de su esposo permaneció fiel a su suegra Nohemi y decidió que Dios fuera su Dios. No fue en busca de marido, decidió seguir a Dios. Pablo tuvo que dejar su religiosidad y estatus con el fin de conocer a Dios. Mateo tuvo que dejar su oficio y llegó a ser discípulo de Jesús.

Dios quiere que avancemos a un mayor nivel de intimidad, una mayor revelación, una llenura de su Presencia. En el versículo Hebreos 12:1 Dios nos dice que nos despojemos de todo el peso y pecado que nos envuelve fácilmente y corramos con paciencia. ¿Cuál es el peso que hoy tenemos que no nos permite avanzar? ¿Qué hay en nuestras vidas que nos estorban o no nos dejan ver claramente? ¿Problemas con nuestro corazón, pensamientos, emociones o deseos? Claramente la Biblia  nos dice que corramos con paciencia no tan sólo demos pasos.  ¿Caminaremos o correremos hacia el propósito de Dios?

Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.

Hebreos 12:1 NTV

Autora: Gloria Guajardo García

Escrito para www.mensajesdeanimo.com