LA GRANDEZA DE SOÑAR
Una historia real nos cuenta que en 1943 Romana Acosta Bañuelos, una mexicana que con tan solo 18 años se enfrentó al abandono de su esposo y la crianza de sus dos hijos, decidió salir adelante. Así es que recogió sus pocas pertenencias y se enrumbó hacia Estados Unidos, sin conocer el inglés, y con tan solo siete dólares en el bolso. ¿La época?
Romana no quiso vivir de la caridad, así es que tomó dos trabajos: el uno, fregar platos y el otro, hacer tortillas mexicanas, desde la medianoche hasta las 6 de la mañana. Con ello ahorró para comprar su propia máquina de hacer tortillas. Luego, puso una tienda de venta de dicho alimento; después fueron dos, cinco, y diez, hasta lograr la fundación de alimentos La Romana, una de las empresas de comida mexicana, más grande de Norteamérica.
A pesar de su éxito, Romana no olvidó a sus paisanos que como ella emigraban buscando un mejor porvenir. Por eso, en su nombre creó el Banco Nacional Panamericano de los Ángeles. Y como si fuera poco, llegó a ser la trigésimo cuarta tesorera de EE. UU apareciendo su firma en la moneda estadounidense.
Dilectos vistantes: Atreverse a pensar en grande es algo que muchos no hemos logrado, por falta de confianza propia, y sobre todo, falta de confianza en Dios, pese a que EL nos ha dado, a cada quien, diversos talentos, aptitudes, habilidades.
Generalmente la expresión “no puedo”, es la que primero asoma ante cualquier reto o dificultad que nos toca enfrentar, deteniendo nuestro crecimiento, y por ende las bendiciones que Dios nos tiene reservadas. Las excusas son siempre las mismas: es que soy pobre, es que no tengo suerte, es que me abandonaron, es que nadie me comprende, es que la gente.. .etc.
Pongamos pues, nuestros sueños en manos del Señor, pero hagamos nuestra mejor parte; esforcémonos, y perseveremos. Dios hará el resto.
“¿Has visto a alguien diligente en su trabajo?
Se codeará con reyes,
y nunca será un don nadie.”
(Proverbios 22:29)
Autor: William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com