Yo tambien estoy de paso

Yo tambien estoy de  paso

*A: MONTXO A.G.*F: 03-04-2009*L: VIANA*P: *T: 3º EDAD

He leído varias versiones de un conocido   relato , y me he quedado con la que cuenta  que  un  turista americano  fue a la ciudad de Jerusalén, con la finalidad de visitar a un famoso  sabio. Al llegar se sorprendió de ver  que el sabio vivía humildemente, en un cuarto sencillo, simple. El único mobiliario que podía verse, consistía en  una cama, una mesa, un banco y un estante con libros .

Así es que con justificable curiosidad, el turista le preguntó:

 – ¿Dónde están sus muebles?

Y el sabio le contestó con una pregunta similar:

-¿Y dónde están los suyos…? 

¿Los míos? –replicó sorprendió el turista- …. Le recuerdo que  yo acá estoy solamente de paso! 

Y el sabio le contestó: pues estamos en similares condicionesyo  también estoy de paso.  

Querid@ amig@  : Absolutamente todos, estamos de paso en este mundo terrenal.  Nuestra travesía  es efímera; se nos va en un abrir y cerrar de ojos. Por ello muchas veces la vida nos ha sorprendido  pronunciando  un: “¡Oh…cómo ha pasado el tiempo!…. si parece que ayer nomás correteaba en los patios de la escuela… ayer nomás estaban conmigo mis abuelos, mis padres…  ayer nomás  mis hijos eran bebés…. Ayer nomás….

Por ello, pidámosle a Dios que nos ayude a colocar correctamente nuestras prioridades, comenzando por Su propósito para nuestra vida, y con ello a  vivir serenamente,  sin afán; sin desesperarnos por  abarcar fortuna, reconocimientos, fama, gloria, poder,  que a la postre solo nos desencadenan:  estrés, angustia , enfermedad.

Enfoquemos nuestra vida en Dios, en servir a los nuestros y a los demás, teniendo presente que –como  decía el sabio de esta historia- estamos de paso.

La Sagrada Escritura en  el libro de Salmos 103:15 al 17, dice:

“El hombre es como la hierba, sus días florecen como la flor del campo: sacudida por el viento, desaparece sin dejar rastro alguno;  pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos.” 

Autor: William Brayanes

Escrito para www.mensajesdeanimo.com



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