El pasado me persigue
He conocido en estos últimos días varias personas que intentan huir de su pasado, unos dicen no poder superarlo, otros simplemente viven con el dolor de los recuerdos, el punto es, que pare ellos el pasado es un monstruo enorme difícil de superar.
Pero, ¿porque no logramos superar el pasado?
Normalmente cuando por alguna razón no cerramos un ciclo permanecerá abierto impidiendo que iniciemos otro, la falta de perdón a sí mismo y a los demás es el principal de los motivos de que duela el pasado, el aferrarse a algo que ya no es, que ya terminó o que ha cambiado no nos deja ver al frente. A veces hacemos que nuestro pasado pese tanto que nos es imposible avanzar a algo nuevo porque nos sentimos atados, atrapados, imposibilitados de terminar algo que ya no da para mas, ya no tiene futuro.
Recordar es volver a vivir…pero, ¿Realmente queremos volver a vivir algo que nos duele?, ¿Vale la pena traer a memoria lo que nos hace daño? Si bien es cierto que Dios nos hizo seres con sentimientos, también lo es que nos dio la capacidad de gobernar sobre lo que sentimos, una persona que se mueve por sentimientos es alguien inconstante, la biblia dice: Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo? Jeremías 17:9 (Nueva Versión Internacional) estarás de acuerdo conmigo que nuestros sentimientos no siempre son los mismos, ni mucho menos los mejores consejeros, estoy de acuerdo que hay recuerdos que guardamos en el corazón, pero cuando estos nos hacen daño lo mejor es desecharlos, no pretendiendo que nuestra memoria se borre por completo, pero sí decidiendo superar lo que nos ha lastimado.
El pasado persigue a quienes deciden huir de él en lugar de enfrentarlo, no podemos retroceder el tiempo, ni cambiar todo lo que quisiéramos, pero si podemos cambiar lo que provoca en nuestro presente, si podemos prepararnos para no caer de nuevo en el mismo error y si tenemos la capacidad de tener todavía sentimientos encausarlos a algo que nos haga sentir bien.
…olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante.
Filipenses 3:13
Autora: Maite Leija
Escrito para: www.mensajesdeanimo.com