BUSCANDO LA ETERNA JUVENTUD
Conseguir la inmortalidad y la eterna juventud, siempre ha sido una de las mayores pretensiones del ser humano.
La historia universal cuenta sobre alquimistas e investigadores que con dicho propósito, pasaban en sus laboratorios, entre cientos de pócimas, fórmulas, notas, recetas.
De igual forma, sobre ermitaños que aceleraban su propia muerte, convencidos que sus cuerpos momificados permanecerían en un estado de sueño, esperando ser despertados, cientos o miles de años después, cuando la humanidad supuestamente necesite de sus conocimientos.
En el plano de la medicina, no faltó quienes recomendaban las transfusiones de sangre de una persona más joven y sana a otra enferma y mayor, considerando que quien receptaba esa sangre, recibiría a través de ella: lozanía y juventud.
El mercurio fue también uno de los elementos que a lo largo de los siglos, se lo buscó con tales fines. Sin embargo múltiples personajes enloquecieron y hasta murieron por manipular o ingerir ese elemento. En fin.
Querid@ visitante:
Nuestro corazón cargado de vanidad y soberbia nos puede llevar a considerarnos una especie de dioses o semidioses, propietarios de poder, sabiduría y eternidad. Por ello tiempo atrás nos vanagloriamos tanto de nuestro intelecto, fama y reconocimiento humano, que no dábamos espacio a Dios en nuestra vida y planes; es más hasta negábamos su existencia.
Reconozcamos pues a Dios como nuestro Creador, y démosle por siempre, el honor y la honra que le corresponde.
¡AY DEL QUE CONTIENDE CON SU HACEDOR! ¡AY DEL QUE NO ES MÁS QUE UN TIESTOENTRE LOS TIESTOS DE LA TIERRA! ¿ACASO EL BARRO LE RECLAMA AL ALFARERO: «¡FÍJATE EN LO QUE HACES! ¡TU VASIJA NO TIENE AGARRADERAS!» ?
(Isaías 45:9)
Por William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com