24/7

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24 7

Es mi día libre luego de una semana agotadora y difícil. Estoy disfrutando de vitrinear zapatos, carteras y cosas que no necesito ni que me voy a comprar, sólo que me gustan. Es el día perfecto. Mi madre me invitó a visitarla ese mismo día, por lo tanto fui atendida como una reina sin siquiera levantarme de la cama. El paraíso. Un día soñando.

En medio de esas actividades reponedoras de energías suena el teléfono de mi madre.  Casi sin entender nada se oía la voz de mi hermana a través del teléfono, una gripe nada de amistosa la aquejaba y hacía sentir fatal, casi no le salía la voz, tenía temperatura alta, tos, dolor muscular y de cabeza y estaba sola. Sola en su casa sintiéndose fatal. Cruzamos la mirada con mi madre y ya sabíamos lo que teníamos que hacer. Juntamos provisiones, compramos mascarillas y llegamos a visitarla. La ayudamos a bañarse, le acomodamos su cama lo mejor que pudimos, lavamos los platos que estaban en la cocina y le preparamos algo para comer. En menos de una hora la situación estaba bajo control. Los malestares seguían, pero el semblante de mi hermana había cambiado por completo.

Así es la familia, 24 horas al día, los 7 días de la semana dispuestos a cooperar, ayudar, acompañar, limpiar, secar, lavar, planchar, lo que se requiera para que el miembro de la familia que no está atravesando un mal momento lo pueda superar. Estas acciones veloces se han repetido en reiteradas ocasiones en la casa de las Pérez. Sea donde sea, sea lo que sea, la que tiene la posibilidad de cooperar lo hace y de la mejor forma posible, sabiendo que en algún momento ese mismo cuidado y atención se le regresará.

Este mismo sistema de 24/7 opera en la lógica divina y me fascina que así sea porque eso indica que además de la familia tendríamos muchos más aliados a nuestro favor, lo que nunca estaría de más. Y así tal cual es.

Dios es nuestro teléfono rojo, ante cualquier emergencia podemos presionar el botón de pánico y está alerta, dispuesto a escucharnos, consolarnos, acompañarnos y todas las conjugaciones verbales que se te ocurran y aunque a veces no lo usemos o no sintamos que es así, lo es y por eso es difícil de creer. Es más, si has tenido una familia como la mía que está  “al pie del cañón”, como decimos nosotras, no te costará entender esta permanente presencia, pero si no ha sido así será más difícil creer que haya alguien con tanto cuidado de ti, y aunque parece increíble así es. Lo que muchas veces sucede es que nos olvidamos de que Dios está atento ante las crisis y alegrías y que le encanta que compartamos fracasos y victorias con Él, no es un padre exigente que espera que lo hagamos todo bien, Él sólo NOS espera y allí está Su inmenso valor y amor.

Recuerda, tienes un número de emergencia con atención preferencial ¡úsalo! No sólo para solicitar asistencia, sino también para contar cuando te fue bien.

Autora: Poly Toro

Escrito para www.mensajesdeanimo.com



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1 Comentario

  1. beatriz dice:

    Dios les bendiga poderosamente.cada manana el senor me edifica con cada uno de sus mensajes.gracias por este hermoso trabajo d ayudar a la gente con temas de animos.besos. Se les quiere y agradecida por vivificar mi vida.espero algun dia conocerlos.feliz dia

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