Aprendiendo a dibujar mi vida
Si hay algo que me gusta hacer, es dibujar ¿Qué me gusta dibujar? Muchas cosas, entre ellas, animales, caricaturas, autos, aviones. Lo que todavía no sé dibujar es rostros humanos.
Fui a una escuela de “Arte y Artesanías” donde el arte que aprendería sería dibujar y pintar; diseño se lo denominó a combinar objetos de varios tipos y materiales con pintura y bocetos. Creo que de todo lo que vi en la secundaria no sé si aprendí el 10%.
Si aprendí a dibujar, fue en casa, practicando a veces copiando varias ilustraciones en bocetos hechos con lápiz, en papel y también creando mis propios. Eran horas y horas dibujando y practicando hasta que saliera, aunque son más las veces que no me salía el dibujo, lo guardaba mal hecho para ver en que me equivocaba y lo corregía en la misma hoja o en otra.
Hay líneas que trazaba mal y muchas veces que lo seguía haciendo así. ¿A qué voy con esto?
En la vida, en los pasos que damos, en uno de ellos, aprendemos y vivimos algo, el camino lo elegimos nosotros ¿Pero de qué manera lo hacemos?
El dibujante para crear o recrear un dibujo, puede basarse en algo real o irreal. Al fin, es un dibujante. Si decide dibujar un paisaje, vehículo, una flor, un animal, un objeto, puedes cambiar algunos detalles, para crear o recrear algo nuevo, puede agregar los detalles que él quiera.
La vida en mi punto de vista, es uno o varios dibujos, donde varias son las hojas que uso, al igual que lápices y gomas, las líneas que trazamos son los pasos que damos, los colores, sombras, tonos, son los detalles que integramos a nuestra rutina, los que nos parece que son los correctos.
Muchas personas hacen una obra en tiempo record, sin fijarse en los detalles, al final del camino, observan la vida y ven lo que han hecho y por querer hacerlo a su manera se han equivocado, por no darle importancia, gastaron en vano, muchas cosas valiosas que no tienen precio, ven su dibujo y lo que ven es apenas un bosquejo con tonos oscuros intensos, sombras que se pierden, líneas torcidas, desviadas. Así es la vida aquí sin Cristo.
A veces he tenido que sentarme en casa a repasar varias ilustraciones y compararlas con lo real o con el original, lo que vale, lo verdadero. Qué trazos he hecho bien y cuales mal, qué tonos he usado, las sombras, colores… ¿Cómo dibujo sin Cristo? ¿Dibujo bien o mal? ¿Las líneas marcadas en mi vida son las correctas?
Me he equivocado muchas veces, pero lo importante y bueno es que todavía tengo tiempo para corregir esos errores que he marcado. En estos años, elijo que El Señor, marque mi camino, con sus tonos, colores, sombras, todo aquello que no conozco pero conoceré, que El permitirá que conozca, que El haga el dibujo en mí. El dibujo que El, sin duda alguna será el mejor dibujo que hará en mi.
Mi vida es un dibujo, quiero que esa ilustración sea linda ante los ojos del Señor y los míos. Por eso elijo que El me enseñe a marcar, pintar, sombrear, trazar las líneas correctas.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
(Efesios 2:10 RV60)
Por: Jésica Andrea
Escrito para www.mensajesdeanimo.com