Dardos de fuego
Hace unos días estaba viendo un programa de concursos donde los participantes exponen sus conocimientos y compiten unos contra otros, al terminar el juego llamó mucho mi atención que la ganadora dijo a sus oponentes “gané porque ustedes me ayudaron” es que fue tanto lo que dijeron durante todo el programa, que las palabras de los demás fueron las que la llevaron a decidir seguir adelante, y no precisamente por darle ánimo, sino porque todos le decían que se retirara, que no tenía el conocimiento necesario, prácticamente que no sabían que estaba haciendo ahí, pero ella en cambio fue más inteligente que todos ellos , mientras todos pensaban cada que terminaba la ronda de preguntas que ella sería la que se iría, seguía adelante sin oprimir el botón para irse, ella logró transformar las palabras de desánimo en ánimo.
¿Cuántas veces hemos escuchado comentarios o sufrido por actitudes de personas que nos dicen “No puedes”? ¿Cuántas veces hemos olvidado que no son precisamente las personas las que nos las dicen, sino el mismo enemigo que las usa para desanimarnos y hacernos sentir mal?
Es cierto que las palabras pesan, y que en ocasiones duele cuando recibimos en vez de ánimo desánimo, pero, ¿qué hacemos con ellas? ¿Hasta dónde dejamos que nos dañen? yo te invito a transformar cada palabra de mal en bien para ti, porque mucho pueden decir contra ti, pero ¿Que estás haciendo para esquivar esos dardos? ¿Estás dejando que logren su propósito y te lastimen?
Efesios 6:16 dice:
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”
¿Cómo estas combatiendo esos dardos de fuego que vienen a tu vida diciendo que no puedes, que no sabes, que no eres bueno, que ya no hay más que hacer? ¡Activa tu escudo de la fe!, la fe es convicción, si tu fe es lo que crees, ¿En quién o en qué la estas poniendo?
Solo creer firmemente en lo que Dios dice de ti te hará llegar más lejos de lo que los dardos de fuego te dicen, si tu convicción está en la palabra de Dios, lo que digan los demás no tendrá ningún efecto en tu vida, no dejes que las palabras mal intencionadas te lastimen o te hagan desistir de lo que tanto deseas, Dios te ha dado capacidad de hacer cualquier cosa, te hizo bueno, te hizo ganador.
Yo hoy decido que las palabras que me quieren desanimar solo me darán más motivos para demostrar que puedo hacer cualquier cosa porque Dios está conmigo, que puedo, sé y soy capaz porque fui hecha a su imagen y semejanza, que Dios es mi escudo y mi fe está en Él, por lo tanto los dardos de fuego no pueden hacerme daño. ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer al respecto?.
Autora: Maite Leija
Escrito para: www.mensajesdeanimo.com