El amor sesentero vrs el de hoy
“Este es Mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado”.
(Juan 15:12)
¡Ah… el amor! ¡Qué no se ha dicho acerca de este don maravilloso con el que Dios nos ha premiado desde la fundación misma del mundo!
Claro que nuestros abuelos defienden la tesis de que en sus tiempos habían más demostraciones de amor, más detalles, más romanticismo que ahora, al punto de que batirse a duelo por los afectos de una dama, ofrecerle serenatas al pie de su balcón, escribirle cartas perfumadas y enviárselas en la pierna de un halcón, eran generalmente las formas más categóricas de ganarse o retener su corazón.
A propósito de esto, aún recuerdo algunos mensajes radiales que en una desaparecida emisora de Loja- Ecuador, acostumbraban a emitir hasta hace unos 25 años. El mecanismo era el siguiente: el interesado contrataba varias canciones, para a través de las ondas hertzianas, hacerlas llegar a determinada persona. El locutor decía más o menos así: “…En el sitio Curva Recta, enviamos un saludo de amor, para la señorita de las iniciales H.I.J.K. de parte del joven del seudónimo “Tuyo hasta la muerte” , quien le dedica el siguiente ramillete de canciones: “La Barca”, “El Reloj”, “Despeinada” , Tu cabeza en mi hombro”, “Presumida”, “Noches de ronda” …
Es real: las cosas han cambiado, pues antes demoraba mucho para que un caballero pueda acercarse a una chica con la simple pretensión de ser su amigo. Hoy todo es más veloz , más vertiginoso: el lunes se conocen, el martes se casan, el miércoles se divorcian, el jueves descansan, y para el fin de semana ya están “rehaciendo” su vida con otra persona.
¿Serenatas con cantantes en vivo?… ahora ya no… se las cataloga como pérdida de tiempo y energías; basta con un teléfono celular a todo volumen. De igual forma, las floridas, bucólicas y poéticas declaraciones del ayer, hoy han ido a parar en el tacho de lo “cursi”. Ahora con un reducido y práctico: “Me gustas”, es suficiente.
Amigo, amiga: sabemos que precisamente en esta época -más por fines comerciales que por otra razón- se promociona a todo nivel el hacer demostraciones amatorias, a través de un sinnúmero de detalles que pueden ir desde un tierno muñeco de felpa, un mensaje, o una simple tarjeta, hasta un yate, un anillo de brillantes, o una cena en el pico de la torre Eiffel.
Pero la Biblia nos habla de una clase de amor más real y vivificante, un amor al estilo de Dios, quien por amor a nosotros, dio en sacrificio a su Amado Hijo. Un amor descrito por el Apóstol Pablo como: sufrido, benigno, sin envidia, sin jactancia ni vanidad… un amor que “no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”… (I de Corintios 13: 4 5,6,7).
Así es que no esperemos días especiales para demostrar amor a los nuestros, al resto. Recordemos que el amor es un mandato divino para ser aplicado en todo tiempo; y, que al amar a los demás, estamos amando a Dios. Jesús aclaró: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso; porque el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (“1 Juan: 4:20).
Autor: William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com
Me encanta la manera como escribe, es tan explicativo y siempre deja una excelente enseñanza… Dios lo bendiga!! =)
Gracias Vanessa por tu gentil apreciación. Bendiciones también para ti y los tuyos.