El niño y el perrito
Comparto con ustedes la siguiente historia : El dueño de una tienda estuvo colocando un anuncio que decía: “Se Vende Perritos” . En eso apareció un niño y preguntó: ¿Cuánto cuestan los perros? El dueño contestó: “ Tengo de $300 a $500 pesos cada uno.”
El niño metió la mano en su bolsillo, sacó algunas monedas y dijo: No me alcanza, solo tengo veinte siete pesos con cincuenta centavos. Pero me dejaría por lo menos ver y tocar a uno de ellos?”
El dueño aceptó, abrió la jaula y sacó el mejor de sus cachorros .
Mas, el chico observando que uno de los animalitos estaba escondiéndose en el rincón de la jaula y que andaba cojeando, lo apuntó y dijo: “Ese es el que deseo comprar.”
Yo creo -le contestó el dueño- que no te conviene, pero si de todas formas lo deseas, simplemente te lo regalo.”
El chiquillo en tono de reproche agregó: “No señor. No lo quiero regalado. Ese perrito tiene el mismo valor que los otros, y yo estoy dispuesto a pagar el precio completo. ¿Qué le parece si le doy los veintisiete pesos con cincuenta, que tengo, y el resto le pagaré en cuotas de cincuenta centavos mensuales? “
El dueño siguió insistiendo: “Es que no entiendes, niño?. Este perrito nunca podrá brincar y correr contigo como los demás.”
Entonces y para sorpresa del vendedor, el niño levantando una manga de sus pantalones, le mostró el soporte de metal que reforzaba su pierna atacada por la enfermedad de la poliomielitis. “Pues yo tampoco brinco y corro bien”, dijo, “y este perrito necesitará a alguien que como yo, le entienda bien
Querido lector: puede que una infancia o juventud difícil, llena de dolores, traumas y complejos, te hayan llevado a tener una baja autoestima, a considerar que no eres importante para el resto; a sentirte solo, incomprendido, marginado del resto, y a percibir por lo tanto, que tu vida tiene poco valor , que eres un Don Nadie, que naciste para ser ignorado por otros que supuestamente son mejores que tú , en todo campo : económico, social, intelectual, racial etc.
Pues de ser así, es hora que entiendas que pese a como haya sido o sea tu condición, existe alguien en quien puedes confiar plenamente, alguien que te amó y te sigue amando sin condición, tanto que ha dado su vida por ti, como la dio por mí, y por el resto de la humanidad, hace más de dos mil años, arriba en la tosca superficie de un madero.
¿Su nombre? Creo que lo sabes bien: Jesucristo, para quien todos sus “cachorritos” tenemos el mismo precio.Que no se te olvide, la próxima vez cuando te asalte el deseo de auto compadecerte
“Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo,
tanto a nosotros como a ustedes.
Él nos ungió, nos selló como propiedad suya
y puso su Espíritu en nuestro corazón,
como garantía de sus promesas.”
(2ª. Corintios 1:21-22)
Autor: William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com