¡Estar alertas!

¡Estar alertas!

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El día de hoy, un primo me platicó sobre algunas cosas que sucedían en su antigua casa. En la puerta trasera se tenía una abertura de menos de 5 centímetros donde se metían sutilmente víboras. Sí, víboras. ¿Lo puedes creer?  Por una extraña razón el vecino de a lado tenía unos bloqueos de madera donde había un nido. En varias ocasiones, mi familiar tuvo que matarlas, una vez por poco lo mordían.  Si no hubiera tenido la destreza, pudo haber sido herido.

Las puertas estaban cerradas, aparentemente no había peligro; pero una pequeña abertura era suficiente para causar estragos en la casa. Esto me hizo recordar mi condición de ser humano, ¿Qué áreas de nuestras vidas no están completamente resguardadas? Quizás hay un poco de rencor, un pecado oculto, autocompasión, falta de perdón, culpabilidad; y sin darnos cuenta somos presa fácil para caer en las redes enemigas, aquellas que buscan hurtar, matar y destruir nuestro corazón.

A través de algo tan pequeño podemos caer y sufrir grandes pérdidas. Para esto, debemos pedirle a Dios que nos muestre que hay en nuestro corazón. El salmista David, entendía este principio. En muchas ocasiones vemos que clamó a Dios pidiéndole que examinara su corazón, era entrar en el proceso de inspección divina, donde se resalta lo que está contaminando e impuro.

En tu caminar con Dios, Él te mostrará lo que lo ofende para que tú reconozcas que necesitas de su perdón. Nuestro corazón debe estar limpio delante de Dios. Entiendo que somos seres humanos, pero tenemos a Jesucristo nuestro Redentor, quien con su infinito amor nos abrazará si nos arrepentimos sinceramente.

Dios quiere que estemos alertas. Día a día, cerrar las puertas de aquellas cosas que tratan de dañar nuestro corazón. No permitir que en un pequeño agujero entre algo en nuestra vida y estemos padeciendo algo que pudimos haber prevenido. No caer en el chisme, ni el rencor, ni ansiedad; sino seguir a Jesús.

Hoy seamos valientes y digámosle a Dios que examine nuestros corazones. Él está dispuesto a ayudarnos. Mantengámonos alertas y continuamente en oración para no caer en la tentación.

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.”

Salmos 139:23-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Autora: Gloria Guajardo García

Escrito para www.mensajesdeanimo.com



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