La llave secreta
Todos conocemos las llaves, esos pequeños instrumentos que utilizamos para abrir y cerrar puertas o candados, al menos contamos con un juego de ellas en el que llevamos llaves de nuestra casa, trabajo, automóvil, etc. Con ellas no hay necesidad de llegar y esperar a que alguien más nos abra, ni mucho menos abrir a la fuerza, solo abrimos y entramos, o salimos y cerramos, sin necesidad de pedir permiso, porque al momento de tener la llave, se entiende que podemos entrar y salir cuantas veces necesitemos, y aunque para todo usamos llaves diferentes, a muchos nos gustaría tener una sola llave para todas las puertas que abrimos a lo largo del día, o mejor aún, para abrir puertas de lugares que nos gustaría entrar y no podemos, yo creo que si existiera esa llave estaríamos felices de abrir y cerrar lo que quisiéramos, sin necesidad de perder el tiempo esperando que alguien más llegue a hacerlo por nosotros.
A veces, podemos comparar la oración con esa llave que nos gustaría tener, la oración es esa llave secreta, es llave porque al orar Dios nos da el poder de abrir o cerrar cualquier puerta representada en nuestra vida, y para algunos es secreta porque no todos la conocen, o no todos la ponen en acción.
Una oración a Dios hecha con fé y amor, puede darnos esa llave que abre cualquier puerta, por más grande que aparenta ser, cualquier candado que cierre la más grande y gruesa de las cadenas, las puertas pueden ser de bendición, como las de empleo, salud, felicidad, perdón, paciencia, sabiduría, esas son las que quisiéramos abrir, aunque también están las que quisiéramos cerrar, como las de tristeza, soledad, angustia, desánimo, frustración y dolor, así como los candados de las cadenas que venimos cargando, como decepciones o heridas pasadas, culpas, miedos, resentimientos, esas cadenas tan pesadas y molestas que nos atan y no nos dejan avanzar, que nos hacen tan pesado y difícil el camino y aprisionan nuestra vida.
En la oración encontramos la llave que nos da la entrada o la salida de cualquier circunstancia que se nos presente, no es difícil conseguir una, tampoco necesitas dar oraciones largas con palabras rebuscadas, lo único que necesitas es orar a Dios con todo tu corazón, de ahí saldrán las palabras correctas y la estarás utilizando, no importa el tamaño ni apariencia de la cerradura, no importa cuánto tiempo lleva cerrada esa puerta o candado o cuanto has estado esperando que te sea abierta, tú tienes la llave, tú puedes entrar o salir de donde te encuentras, tu puedes ser libre, estas a una oración de hacerlo, úsala,
¡esa es la llave secreta!
Autora: Maite Leija
Escrito para www.mensajesdeanimo.com
gracias!!!
que lindo seria si cada uno recordaramos que tenemos esta llave y la usaramos cada dia…..
Esta bello
Que lindo, que facil se ve y cuan dificil ponerlo en practica pero en Cristo todo es posible