LAS MUÑECAS
Un hombre y una mujer estaban casados por más de cincuenta años. Compartían y hablaban de todo; no tenían ningún secreto entre ellos, a excepción de una caja de zapatos que la esposa había conservado en su armario, y sobre la cual, él jamás había preguntado.
Un día en que la esposa enfermó gravemente, el hombre, tratando de acomodar el armario, se topó con dicha caja. Sin poder evitarlo, la abrió y se encontró con dos muñecas tejidas a crochet y una buena cantidad de dinero.
–Mi amor ¿qué significa todo esto? Preguntó el esposo,
Ella le dijo al respecto: –Creo que es hora de que sepas el secreto que he guardado durante todos estos años. Pues, cuando nos casamos, mi abuela me dijo que el secreto para mantener un buen matrimonio era evitar las discusiones, y por lo tanto, me aconsejó que cada vez que me enoje contigo, guarde silencio y me ponga a tejer una muñeca.
El esposo, al ver que solo había dos muñecas en la caja, le contestó con dos preguntas más: –¿Quiere decir que en más de cincuenta años de matrimonio, solo te has enojado un par de veces conmigo?…. ¿Y por otra parte , este dinero, qué significa?
–¡Ah -respondió la mujer- no es que me haya enojado solo dos veces contigo; el dinero es precisamente lo que gané con todas las muñecas que vendí durante estos años; y esas dos muñecas , son las que me han sobrado de vender.
Dilectos visitantes: Una de las fuentes que alimentan la buena relación en pareja, es la prudencia. Y a su vez, el secreto de la prudencia se halla en saber mantener la boca cerrada frente a las discusiones estériles y que la mayoría de ocasiones son las que encienden las pasiones, las que dañan, las que lastiman, sacando a flote: ira, enojos, resentimientos, difíciles después de enmendar.
La vida o la muerte, la guerra o la paz, pueden depender por lo que en un momento de arrebato salga de nuestros labios, por eso debemos pedirle sabiduría a Dios para que nos ayude a controlar nuestras expresiones verbales.
La Sagradas Escrituras exhortan: No te dejes llevar por el enojo, que sólo abriga el corazón del necio. (Eclesiastés 7:9).
Autor: William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com
Q bueno este mensaje, llega en momentos q uno los necesita, Dios bendiga en gran manera a los que con amor, hacen estos mensajes que llenan de alegria y gozo nuestro corazon