No caigas en el sufrimiento

Es comprensible cada sentimiento que genera la pérdida de algo importante como un ser querido, tal vez alguien que amamos mucho, o simplemente los problemas con los que lidiamos cada día en nuestra casa, trabajo o escuela, o cosas que llegan a apoderarse de nuestra alegría convirtiéndonos poco a poco en personas tristes y desanimadas, justo ahí es donde empieza lo que nos hace realmente daño, y es que sin darnos cuenta estamos cayendo en el sufrimiento.

No sé por qué razón pero creemos equivocadamente que las pruebas y dificultades se solucionarán llorando, y es que es sorprendente ver que hay personas que piensan que el tiempo que les dura la prueba tienen que estar llorando y arrinconados lamentándose, como si tuvieran que guardar algún tipo de luto, como si pensaran que entre más fuerte lloran más los escucha Dios ¡qué gran error! Si cuando terminamos una prueba al tiempo surge otra, ¿en verdad estaremos así la mayor parte de nuestra vida? Es cierto que no podemos evitar el dolor, pero si el sufrimiento.

Dolor y sufrimiento son dos cosas muy diferentes, el dolor de la pérdida o algún fracaso que tuvimos ciertamente es inevitable, dejaríamos de ser humanos si nada nos conmoviera, pero para los que creemos en Dios, el sufrimiento es algo que no podemos admitir,  eso debe ser rechazado con un rotundo ¡NO!

La Biblia en ningún momento dice que no tendremos momentos dolorosos, pero tampoco dice que cuando vengan permanezcamos sufriendo, Dios no quiere que en tu vida exista el sufrimiento, hasta hoy no he visto ningún pasaje donde diga: llora, sufre, enciérrate, estas solo, a lo más que llega es a decir es que en súplica, oración y ruego, creyendo de corazón le entregues todo, pero no que permanezcas llorando, es más, te dice casi a manera de mandato,  esfuérzate, se valiente, no temas, gózate, alégrate, confía, ten fé, cree en mí, estoy contigo, te perdono, te ayudo, te bendigo, te amo. Puedes buscar por ti mismo y estoy segura que no hallarás algo que te diga lo contrario, Dios es un Dios de amor, de misericordia, bondadoso, siempre listo para cuando lo necesitas, aunque a veces no somos fieles por completo, Él si lo es.

¿Por qué no le regalas una sonrisa en vez de llorar?, si sabes que está contigo y te ayudará ¿Por qué sufres?, si en estos momentos sientes dolor por algo, puedes pedir que lo sane y lo hará, pero la decisión de dejar de sufrir está en tus manos.

Nosotros somos dueños de nuestros sentimientos, ser feliz o permanecer triste es una decisión, el dolor con la ayuda de Dios, sin duda alguna puede sanar, pero el sufrimiento, ese lo tienes que sacar tú mismo, no te permitas caer en él, no permitas que el dolor de algo cause más daños en tu vida, entrega a tiempo tu dolor para que no caigas en la trampa del sufrimiento, recházalo cuantas veces sea necesario.

Por lo cual, por amor a Cristo, me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

2° Corintios 12:10

Eres fuerte, soporta en fé el dolor, pero nunca dejes entrar el sufrimiento.

Autora: Maite Leija

Escrito para www.mensajesdeanimo.com