NO ERES LO SUFICIENTEMENTE BUENO
Se cuenta que en los inicios artísticos del cantante y pianista ciego Ray Charles, escuchó que la orquesta del afamado Lucky Millinder visitaría la ciudad, donde él vivía
Charles se preparó para tener una audición de prueba con él. Esto lo emocionó, pues si lograba unirse a esa gran orquesta, sería sin duda, algo grande en su carrera.
Cuando llegó el momento Ray Charles tocó y cantó de lo mejor. Sin embargo al término de la audición, el director de la orquesta le dijo de manera tajante: “Lo siento muchacho, pero no eres lo suficientemente bueno”. Charles regresó a su cuarto y lloró amargamente.
Pasaron los años, y cuando Ray Charles consiguió la cima de la fama, declaró lo siguiente: «Aquella audición donde no fui aceptado, fue lo mejor que pudo haberme pasado, pues me estimuló a ensayar con más ahínco, para que nunca nadie más volviera a decirme que yo no era lo suficientemente bueno.
Queridos visitantes: Los obstáculos que se nos presentan en la vida, tienen el efecto negativo de detener nuestra marcha hacia la meta, dejándonos dos alternativas: quedarnos en el piso lamentando nuestros inconvenientes, o levantarnos y continuar la marcha. Tú, hayas escuchado de algunas personas que culpan de sus fracasos a algo como: es que si no hubiera nacido pobre; es que si mis padres me hubiesen apoyado; es que si yo hubiese nacido en otra parte, es que… es que… etc.
A ese respecto, asimismo, muchas personas con discapacidades nos dan una poderosa lección, pues la falta de vista, oído, un brazo, una pierna, o el estar atando a una silla de ruedas, no les ha impedido realizarse en la vida. Igual es la vida espiritual, muchas veces caemos, le fallamos a Dios, y nos quedamos en el camino, allí donde quiere tenernos el enemigo: lamentándonos, lamiéndonos las heridas, sin ánimo a levantarnos, a pedir perdón y a seguir adelante.
Dios a través de la Sagrada Escritura nos exhorta de la siguiente manera: “NO TEMAS, PORQUE YO ESTOY CONTIGO; NO DESMAYES PORQUE YO SOY TU DIOS QUE TE ESFUERZO; SIEMPRE TE AYUDARÉ, SIEMPRE TE SUSTENTARÉ CON LA DIESTRA DE MI JUSTICIA” (Isaías 41:10).
Autor: William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com