No te evadas más…
“Evadirse” es una de los hábitos menos saludables que hemos adquirido los adultos y consiste en hacer precisamente lo contrario a lo que expresa un dicho popular “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.
Generalmente, a lo largo de nuestra vida y en nuestro proceso de crecimiento y auto-conocimiento vamos identificando cosas de nosotros mismos que nos gustan y otras que no nos agradan tanto. Algunas de estas últimas son susceptibles a cambios, pero no por ello implica que el cambio será automático o instantáneo, requerirá de MUCHO trabajo duro. Y precisamente el “evadirse” consiste en no querer asumir o “hacerse cargo” de este trabajo duro.
El mundo entero está repleto de hombres y mujeres que tienen problemas con su carácter y no han tenido el valor de trabajar en esta área para superarlo, aislándose de la gente y evitando todo tipo de contacto “humano” para que no aparezca este ogrito que llevan dentro. Otras personas tienen problemas con la fidelidad, y en vez de comprometerse hacen todo lo contrario, no crean ninguna relación significativa para así no verse enfrentados a su talón de Aquiles. Y la lista podría continuar…muchos sienten temor de involucrarse sentimentalmente con alguien por miedo a ser traicionados o heridos, o porque sienten que emocionalmente son muy frágiles y que esa fragilidad sale a flor de piel cuando están en pareja, por lo que deciden quedarse solteros para siempre. En cualquiera de sus formas el objetivo es el mismo: EVADIRSE.
Para todos los que se han sentido identificados con alguna de las oraciones que he escrito, les tengo una muy mala noticia…hay un momento en la vida en que no se puede correr o arrancar más, la situación que quieres evadir te acorrala y no tienes más opciones que asumir el desafío, porque si no lo haces lo que pierdes y dejas de aprender es irrecuperable. Tarde o temprano tu verdad, tu realidad, se encontrará cara a cara contigo y no podrás hacer más que asumirla, combatirla y superarla. Será duro. Será difícil y de seguro, será muy doloroso. Es terrible encontrarse con nuestro “lado oscuro”, el ver aquella cara que a nadie le queremos mostrar, el temor que nos avergüenza o el defecto que intentamos ocultar de los demás, pero hay alguien a quien no le podemos mentir y ese es a nosotros mismos. En algún momento y en algún lugar tu verdad te va a salir a buscar y cuando te encuentre no se querrá ir a ninguna parte hasta que no la mires de frente y la “invites” a irse hasta nuevo aviso, o para siempre.
Quisiera poder animarte a pensar en aquellas cosas que debes cambiar o debes afrontar. Yo tengo claridad de la mía y cuando ésta salió a encontrarme de frente, me di cuenta que ya no podía huir más, porque un día me iba a cansar de correr y porque un día no iba a poder esconderla más, pero ¿sabes qué me ayudó? Pensar en Jesús. Él fue alguien que tuvo que encontrarse con su verdad, y esta verdad fue el que era de carne y hueso y debía padecer sufrimientos que nunca imaginó cómo se sentirían. Él no se evadió, Él se hizo cargo de su naturaleza humana y aunque le costó su propia vida, NUNCA, en NINGÚN momento evadió aquello que tenía grabado a fuego en su corazón. Quisiera ser más como Jesús, quisiera no asustarme cuando veo lo peor de mí en el espejo, o cuando el resto descubre mi secreto porque no alcancé a ocultarlo, quisiera tener el coraje para dejar de evadirme en tantas cosas y hacerme cargo de aquellas decisiones y cambios radicales que debo hacer en mi vida…
Y a ti ¿te gustaría seguir el modelo de Jesús y dejar de evadirte? Sal tú a enfrentar tu verdad antes de que llegue ella a buscarte y te encuentre desprevenid@…
Autora: Poly Toro
Escrito para www.mensajesdeanimo.com