NO TENGO TIEMPO PARA DIOS

En la red encontré la siguiente ilustración:

“Alguna vez me invitaron a conocer a Dios,  pero les dije que no tenía tiempo;  por cosas pendientes que   hacer en la casa, el  trabajo, los estudios, los amigos, los proyectos… en fin

Y en verdad, nunca tenía tiempo para Dios; siempre andaba demasiado ocupado. Hasta que llegó mi tiempo de ir a su presencia.

Entonces, estando frente a EL, vi que en  sus manos tenía un libro: era el libro de la vida.

El empezó a buscar. Por un momento pasó y pasó páginas, hasta que al final me dijo:  Hijo mío,  tu nombre no está,  y claro,   ahora que recuerdo,   una vez estuve a punto de anotarlo,  pero créeme NO TUVE TIEMPO.

Dicho esto se alejó lleno de tristeza, mientras yo  me decía a mi mismo: Si pudiera volver a la vida; les diría a cuantos fuera posible:    Nunca digas  que no tienes tiempo para Dios”

Estimados visitantes :

En alguna ocasión algunos “intelectuales”  creíamos  que Dios era un tema pasado de moda, anticuado, caduco, propio de mentes débiles, de fanáticos, de religiosos, o de viejecitas piadosas, y que nuestro intelecto estaba por encima del tal Dios; que no lo necesitábamos para nuestras vidas.

Cuán equivocados  estuvimos, pues quien nos llevaba a pensar así  era nuestro corazón cargado de orgullo y soberbia. Ventajosamente    despertamos de ese sueño de grandeza, para entender que Dios era, es y seguirá siendo el  único en quien podemos confiar, el único a quien seguir;  refugio, amparo, y fortaleza.

Ojalá tú lo creas también y declares  lo que declaró el salmista:

DIOS ES NUESTRO AMPARO Y NUESTRA FORTALEZA, NUESTRA AYUDA SEGURA EN MOMENTOS DE ANGUSTIA. POR ESO, NO TEMEREMOS AUNQUE SE DESMORONE LA TIERRAY LAS MONTAÑAS SE HUNDAN EN EL FONDO DEL MAR.   

(Salmos 46:1,2)

Por William Brayanes

Escrito para www.mensajesdeanimo.com