Palo porque bogas…
“¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!
(Mateo 23: 24)
Seguramente a usted en su país, alguna vez le contaron aquella la fábula del “Hombre, el niño y el burro”, cuyo argumento más o menos dice que:
En cierta ocasión el padre y su hijo emprendieron un viaje, llevando como transporte para el equipaje, a un burro. No obstante,en un trayecto del camino, el padre decidió que su hijo monte en el burro. Entonces la gente del camino, empezó a decir: “!Qué niño para desconsiderado; debería bajarse del burro, y permitir que su viejo y cansado padre sea quien monte en el animal.” … Así lo hicieron más adelante, pero nuevamente los comentarios se generaron: “ ¡Qué padre para desconsiderado, debería bajarse del asno para que su tierno y débil hijo, suba”.
A fin de evitar más críticas, padre e hijo optaron por montar los dos sobre animal. Pero otra vez los juicios pueblerinos se escucharon: “!Qué indolencia del viejo y el chico! se aprovechan del pobre burro que además de cargar el equipaje, tiene que soportar a ese par de haraganes, que bien podrían caminar”.
Cansados de tanta habladuría, la pareja decidió finalmente bajarse y cargar en peso al paciente burro. Mas, nuevamente no faltaron quienes mencionaban: “Vean a ese par de tontos, tienen un burro que aguanta buena carga, pero prefieren irlo llevando, jajaja”.
Querido amigo y amiga; en la vida cotidiana, generalmente hemos sido, o somos así: criticamos con furor a los demás por lo que hacen y por lo que no hacen; o sea les damos “palo porque bogan, y palo porque no bogan.
Especialmente los hombres y mujeres que ejercen liderazgo, tienen que soportar etiquetas como las siguientes:
Si están bien vestidos: “Ostentosos”
Si tienen aspecto humilde: “Desfachatados”.
Si son afectivos en su trato con el resto: “Hipócritas”.
Si son parcos: “Engreídos”.
Si son risueños: “Simplones”.
Si no lo son: “Deben andar en pecado”
Si se interesan por la vida de sus seguidores: “Metiches”
Si se comunican poco: “Faltos de amor”.
Si su oratoria es corta: “Incapaces”.
Si es larga: “Demagogos”.
Si no acostumbran a hacer invitaciones: “Avaros”.
Si invitan reiteradamente: “Derrochadores”…
Controlemos ese espíritu de crítica vana, insustancial y enfermiza. Unámonos a quienes inician buenas causas, sin verles tantos peros; exaltemos públicamente los aciertos del resto, y señalémosles en privado sus falencias.
En suma seamos de bendición, positivos y propositivos; no como los vecinos de la presente fábula, ni tampoco como el perro del hortelano, que según dice el vulgo: ni come , ni deja comer.
“No juzguen, para que no sean juzgados. Porque con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados; y con la medida con que miden, serán medidos. ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no miras la viga que está en tu propio ojo?“
(Mateo 7: 1,2,3).
Autor: William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com
Muy agradecida por los buenos mensajes que me envìan a mi correo y me sirven mucho para meditar ,reflexionar y compartir con familiares y amistades. Un fectuoso saludo…que Dios les siga bendiciendo diariamente.
Gracias William por compartirnos esta reflexión y bien dice que quiene estamos a la cabeza de algo, siempre seremos duramente criticados. En el tiempo y la experiencia he aprendido que quienes critican son cero aporte, pero logran su objetivo que es socavar el ministerio. Lo bueno es que el liderazgo en Dios es muy diferente al del mundo, ya que nosotros estamos para servir a todos y no ser servidos, tampoco para que nos rindan honores y generalmente quienes mueren por estar en nuestros puestos quieren la vanagloria personal y ser servidos, por eso Dios no los lleva más alto debido al egoísmo de esos corazones. Dice una hermosa canción ” De qué nos vale el aplauso, si El
Más Importante queda detrás del telón “.
” Sancho si los perros ladrán es señal que avanzamos ” ( Don Quijote )
Tremendo, yo era una de esas personas que me criticaban. Y me molestaba pero me doy cuenta que ahora si haces bien y malo siempre recibiras criticas. pero ahora se lo que dice de aquellos que tienen ese mal abito de criticar a lo demas sin conocer ni compartir con la persona. MATEO7: 1-2-3-. GRACIAS POR TREMENDO ESTUDIO.