Para ellos también es La Palabra
“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas”. (Hechos 10:34)
Un amigo mío , invidente, que se gana la vida vendiendo billetes de lotería y tarjetas para el estacionamiento público de vehículos, me contaba lo dura que había significado su infancia y juventud, por el hecho de ser una persona carente del sentido de la vista.
Me relató asimismo lo complicado que la había resultado salir avante en sus estudios, en su trabajo, ya que desde pequeño fue formado en un ambiente donde la “resignación” era lo único que contaba, sin otro horizonte que el de subsistir de lo poco o mucho que se pueda obtener de la mendicidad, de la caridad, de la compasión ajena. Como pueden imaginar, su autoestima estaba muy por debajo del resto, lo que había minado también su confianza en las capacidades y talentos que Dios le entregó.
Y a propósito de Dios, percibí en mi amigo una especie de “resentimiento” contra Él, pues según entendí, la religión tradicional alguna vez lo había invitado al templo, no con el fin exclusivo de que vaya a escuchar el mensaje liberador de Jesucristo , sino para que pueda hacer uso de cualquiera de las pilastras , a la entrada , como un sitio seguro para ejercer la mendicidad. Esto distorsionó su idea general de Dios, lo que le agregaba una ceguera más a la que tenía : la ceguera espiritual .
Entrañables amigos de la red, no sé como sea en vuestra ciudad o país, pero en donde yo me desenvuelvo, un gran número de templos cristianos, considerados modernos, aún no han sido diseñados para recibir a personas con discapacidades; por ejemplo en sitios de dos plantas y más, no existen rampas de acceso, pasamanos, ascensores, inodoros etc… para quienes se transportan en sillas de ruedas; no hay biblias y material de lectura trabajados en la escritura Braille , propios para personas invidentes. Y lo que es más importante -empezando por mí mismo- no distingo aún, mentes que se abran , corazones que se enciendan y manos que se alcen, mostrando el deseo vivo de ir a predicar el evangelio a tales personas , a aquellas que antes llamábamos lisiadas, inválidas, minusválidas, y que ahora se las denomina personas con capacidades diferentes.
Para Jesús no existen los discapacitados físicos, sino los discapacitados espirituales; de allí que Su Mensaje Liberador, Su Palabra, Sus Promesas y Su Plan de Salvación es para todos, sin excepción.
Pidámosle entonces la luz de su Espíritu para que ilumine esos lados oscuros de nuestra conducta discriminadora, orgullosa, parecida a la de aquellos seguidores de Jesús, que ante la insistencia del ciego Bartimeo, que desde su sitio gritaba: “Jesús hijo de David”, ten misericordia de mí”, lo reprendían para que callase. (Marcos 10: 47,48).
¿O acaso seguimos convencidos de que con ellos no es la cosa?
“Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. (Mateo 25: 44,45)
Autor: William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com
Enriquece el espíritu y es fuente de instrucción y fortalecimiento para los corazones que claman palabra inspirada, gracias por el esfuerzo que hacen de mantenerce presentes en los medios del ciberespacio, para mi personalmente ha sido fuente inagotable de contenidos para aplicar y reflexionar, en mi vida y en las de mis hijos carnales y espirituales.