¿Qué pasa?…¿Por qué no actúas?
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato,
pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
(Mateo 23:25)
A finales de 1955, tras acabar un día de trabajo, Rosa Parks, una costurera negra de Montgomery -uno de los lugares más racistas del Sur de los Estados Unidos- tomó el autobús como todas las tardes. El vehículo se llenó enseguida y el conductor ordenó a Rosa y a tres hombres negros que cedieran sus asientos a los blancos. Los tres obedecieron, no así Rosa, quien permaneció sentada, presa del cansancio y posiblemente harta de la situación. Eso generó que la sacaran por la fuerza y la arrestaran. Finalmente fue juzgada y multada con 14 dólares, por no haber acatado las normas específicas del momento.
El incidente encendió la chispa: Martin Luther King , pastor de la Iglesia Baptista, (Premio Nobel de la Paz en 1964) dirigió una medida de protesta, a través de la cual , ningún negro tomaría un autobús para desplazarse a sus trabajos, hasta que no consiguieran los mismos derechos que los blancos.
Ejemplar la actitud de Luther King, quien no consideraba a la violencia como herramienta idónea para obtener justicia; pero tampoco veía correcto que el pueblo y especialmente el cristiano, se muestre impávido ante los excesos con los que unos hombres se aprovechaban de otros.
Queridos amigos: el aborto, la trata de blancas, el narcotráfico, el racismo, la xenofobia, el comercio ilícito de órganos, y toda forma moderna de esclavitud, son flagelos de la humanidad que siguen extendiendo sus raíces por todo el mundo. No sería correcto que ante tales atropellos, el pueblo del Señor, se conforme con encerrarse en sus cuatro paredes, como un ermitaño, “golpeándose el pecho”, ajeno a lo que ocurre afuera, y teniendo en sus manos la poderosa Palabra del Señor, que bien sabemos está en contra de todo lo que es malo, incorrecto, pecaminoso.
Alguien dirá que los cristianos hemos sido llamados a ser pacíficos… ¡Correcto!… pero ¿qué pasaría si usted o yo somos testigos de alguna forma de abuso o injusticia en la calle, en el autobús, en la plaza, la oficina, etc.?… ¿miraríamos para otro lado, haciéndonos los desentendidos?… ¿o en nombre del Señor intentaríamos ser árbitros, para aminorar o terminar el conflicto? … ¿Cuál de las dos actitudes vería de mejor manera Dios?
Quizá sirva recordar que Jesús no se quedó impávido cuando constató que el templo de su Padre lo habían convertido en mercado (Marcos 11:15-19) ; tampoco fue indiferente ante el apedreamiento que la multitud dirigía hacia la mujer pecadora (Juan 8:3-7); y, mucho menos calló su voz cada vez que debía desenmascarar el doble discurso con que se manejaban algunos fariseos y maestros de la ley.(Mateo 23:13-36)
Diciéndolo de una manera humorística, el señor nos mandó a ser mansos, pero no “mensos”. Diciéndolo formalmente, el Señor no nos envía a generar violencia, pero sí a ser luz y a proclamar Su Verdad , la única que realmente nos dará libertad total.
“ Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: -Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:31,32)
Autor: William Brayanes
Escrito para www.mensajesdeanimo.com
Que mensaje tan real como la vida misma no seamos
racistas,porqué no puede el negro tener las mismas oportunidades que el blanco.Quizás tengan mejor corazón que los que son de otro color.No te importe el color ni razas ni colores porque ante
los ojos de Dios todos pertenecemos a un mismo (PADRE).Como si ellos fueran tontos,quizás sean
más listos que muchos de nosotros,y razonen con
buenos sentimientos,que a muchos nos faltan.
GRACIAS A DIOS QUE NOS AYUDA A SER MEJORES Y CON MUCHA MANSEDUMBRE,A SER MAS SENSIBLES ANTE LAS INJUSTICIAS QUE SE VIVEN EN ESTE MUNDO QUE NO QUIEREN Y DESCONOCEN LA DIRECCIÓN DE DIOS, A TENER MEJORES PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS ANTE LOS DEMAS