Sin apariencias…
Siempre me he caracterizado por ser MUY reservada con mi vida personal. En general, muy poca gente conoce de mi vida privada; quienes son de mucha confianza conocen algunos antecedentes, pero no en un 100%. Parte de este hermetismo se debe a que me gusta mucho alegrar a quienes me rodean y a veces pienso que si saben que estoy tan triste como ellos, no va a generar el efecto que espero en sus vidas. Sí, soy un ser muy peculiar.
Dentro de mis procesos de madurez, he tenido que ir aprendiendo a contar un poco más lo que me pasa y aprender a pedir ayuda. En mi profesión esto se conoce como “activar redes”. Lo explico mejor, si por ejemplo necesito conseguirme un libro, llamo a todas las personas que podrían tenerlo, publico en facebook y le pido a mis amigos que le pregunten a los suyos si es que lo tienen, hasta que lo consigo. En estas cosas soy muy eficiente, pero muchas veces no lo soy tanto en gestionar otro tipo de cosas para mí misma.
Desde hace algunas semanas estoy atravesando por un proceso difícil y que me ha hecho derramar lágrimas más de una vez. La “antigua yo” mentiría diciendo que está bien cuando le preguntan, evitaría llorar en público y no aceptaría ningún gesto de “empatía” porque no querría molestar ni incomodar a nadie. La “nueva yo” entendió que la única manera de sentirse mejor es contando lo que me pasa a personas que tengan la capacidad de escucharme y contenerme emocionalmente. La “nueva yo” le pide a sus amigas que la acompañen y expresa lo que hay en su corazón. Pero lo más maravilloso de esta “nueva yo” es que es capaz de llorar como una nena, asumir su pena y pedirle a Dios que sane y restaure su corazón. Esta es una novedad…aunque tú no lo creas.
En algún momento de mi vida, fui de esas personas que quieren molestar lo menos posible y no llevarle problemas a nadie, sólo soluciones. Incluso pensaba que así mismo operaba con Dios, pero Él me demostró que no era así.
Lo más extraordinario de haber conocido a Dios, es que he conocido a alguien con quien puedo llorar hasta que no me quedan lágrimas, alguien que no encuentra que exagero ni se aburre de escuchar mis lamentos. He conocido a alguien con quien no tengo que aparentar algo que no soy, con quien no debo “hacerme” la fuerte, porque Él lo es por mí. Y esa sensación de ser tal cual soy con al menos una “persona” en el mundo ¡ha sido liberadora!
¿Qué te parece empezar a experimentar la maravillosa libertad que tienes para SER TÚ MISM@ con Cristo? ¡No te vas a arrepentir, toma el desafío! ¡Es PURA libertad!
Autora: Poly Toro
Escrito para www.mensajesdeanimo.com
HERMOSO MENSAJE!!!!
BENDICIONES,
BRENDALIZ
Gracias, Brendaliz!!!!!!!!
Me encantan los tuyos!!!! Bendiciones!!!
Muy lindo y acertado mensaje… Me he identificado mucho mucho, yo antes era una chica muy seria y reservada con mis amigos y familia… ahora que estoy viviendo una gran tormenta en mi matrimonio he aprendido a ser yo misma, a expresar lo que siento, pero sobre TODO he aprendido a tener COMUNICACIÓN CERCADA CON DIOS!!, pues como dices en el mensaje sólo él no se cansa de escucharnos, Dios siempre está ahí para escucharnos y consolarnos, aunque todos nos abandonen ÉL NUNCA!!
Leyendo este mensaje me recuerdas cosas que van
unidas a mi forma de ser.tienes mucha razón y estás en tu derecho de contar lo que a ti te apetezca nadies nos obliga a contar cosas que
no tienen porque saberlas otras personas,ya bastante tenemos para hacer sufrir a los demás,y luego no te prestan atención,y encima en ves de ayudarte solo quieren el bien para ellos.Pero siempre hay quien nos escuche tanto en lo bueno como en lo malo.Esa es nuestra recompensa,tenemos a un Padre que nos ama y por encima de todo nos escucha.Dios nos ha hecho
para ser libres y actuar como cada uno sienta en su corazón.SALUDOS.
TODOS LOS MENSAJES QUE LEO SON MUY POSITIVOS Y ME
AYUDAN A REFLEXIONAR EN TODO SU CONTENIDO.MIL
GRACIAS DE CORAZÓN POR HACERNOS PARTÍCIPES DE ESTA
BELLA OBRA.DONDE PODEMOS PARTICIPAR COMO LECTORES ASIDUOS DE ESTE BLOG. GRACIAS.